La fundición a la cera perdida es una técnica milenaria, muy precisa y delicada. Por eso me entusiasma.
Consta de varios pasos:
En primer lugar hay que hacer el original. En mi caso casi siempre lo hago en plata.
Con esa pieza en plata se realiza un molde de caucho o silicona del cual se hacen ceras.
A partir de estas ceras se monta un “árbol” (ver foto) que colocamos en un cilindro de metal y se rellena de cerámica.
Cuando la cerámica se seca, se cuece a alta temperatura con lo cual la cera desaparece pero queda su hueco.
Ese hueco es el que se rellena con plata liquida que, una vez fría, da como resultado las piezas en bruto para empezar con el siguiente proceso.
Si en este largo proceso no falla nada, me siento feliz…